En noviembre de 2017 fuimos con mis amigas a Colonia del Sacramento, Uruguay, a festejar 20 años de egresadas…. Hagan cuentas tranquilos, no hay problemas con la edad, lo que importa es la actitud!
Veinte años de egresadas y más de treinta de amistad… un gran logro del que todas nos sentimos orgullosas.
Con sólo cruzar el Río de la Plata, ya estábamos en el puerto del lado uruguayo. La idea en principio era recorrer en bicicleta pero ni bien las fuimos a buscar, la vagancia nos ganó y en su lugar alquilamos buggys…. Para qué íbamos a pedalear si podíamos andar a motor.
Ahí arrancamos para la playa; aunque el clima no nos acompañaba, no había forma de no divertirnos estando juntas.
Una vez que dejamos los buggys, nos pasamos el día entero en el Barrio Histórico, recorriendo sus calles de adoquines, deteniéndonos en cada casa, cada puerta; aparte imaginen esta cantidad de mujeres hablando a la par…. Recorrer una calle podía llevarnos una hora.
Un must: nos detuvimos en el Portón de Campo que corresponde a una de las antiguas murallas de 
esa ciudad de la época en que era un asentamiento portugués.
Comimos, llevamos mate (una de las tantas cosas que tenemos en común argentinos y uruguayos), pero eso sí…. Antes de despedirnos de Colonia por el día, decidimos darnos un gran gusto y fuimos a tomar algo al bar del Hotel Charco, nos merecíamos un gran brindis!! Además toda excusa es buena para tomar una … o varias… caipiroskas.
Después de un día de amanecer temprano, de estar juntas, hablar hasta el cansancio, comer, brindar y sobre todas las cosas, reírnos hasta que nos duela la panza, llegaba el triste momento de emprender la vuelta.
Nos tocó, por suerte, un atardecer increíble. El día fue genial, el clima acompañó, Colonia siempre me enamora sin importar cuántas veces vaya… pero este día nunca hubiera sido igual sin mis grandes amigas de la vida!!!!!