Como en casa.. pero en Noruega

Como en casa.. pero en Noruega

Hoy van a perdonar mi look, casi con pudor no vengo ni de zapatillas ni de tacos… hoy les abro las puertas de un look de entrecasa… medias, jogging y traje de agua prestado varios talles más grandes (qué se va a hacer, en Noruega son todos altos).

En el 2015 fuimos a Noruega con Coco, y como siempre  hacemos los viajes casi de manera inversa. Aterrizamos en Oslo, no vimos nada de esa ciudad, a la que obviamente volvimos después… porque una pareja de amigos, Morten y Line, nos buscaron en el aeropuerto para invitarnos a pasar con ellos el fin de semana en su casa de las afueras, a  varias horas (no recuerdo cuántas porque me dormí al instante) de Oslo.

Por qué medias? Porque lo primero que aprendí al llegar a la casa de Morten y Line fue… shoes out!!! Literal! Al entrar a una casa nórdica, divina, de cuento… uno deja los zapatos en la puerta, donde hay un montón de variedad de pantuflas, y sino directamente anda en medias.  Así que la vedette en un viaje así … son las medias! Nada de agujeros, una de cada par, cosidas;  si uno entra a una casa, tiene que saber que el calzado ya fue y los ojos de todos van a estar puestos en las medias.

Será por eso que las casas nórdicas (en Noruega donde tenemos muchos conocidos, tuve la suerte de entrar a varias), están tan impecables. Creo que es un hábito que debería adquirir en mi casa a ver si logro que la limpieza dure más.

Ni bien llegamos, paseamos por el pueblo, … como ven en las fotos parece de cuento… las casas con mucho estilo, calidez y personalidad.  Y todas acá dan a la costa, con sus muelles privados y sus lanchas.

Llegó la noche y  nos esperaba una cena al mejor estilo Bubba Gump, camarones frescos recién traídos por un pescador de la zona, con limón, eneldo y pan … todo esto acompañado por un buen champagne. Una increíble primera cena, poco y bueno… dos veces bueno! Sé que la frase no es así, pero aplica.

Por la mañana, un buen desayuno completito preparado por el dueño de casa, que compartimos  todos en medias, como corresponde!!!

Desayunados ya, salimos a andar en la lancha de Morten… En el momento en que viajamos a Noruega era primavera allá, pero para lo que nosotros estamos acostumbrados, se sentía como pleno invierno, así que amablemente Line, algo así como metro ochenta, rubia, divina y campeona de golf, me prestó uno de sus tantos trajes de agua. No me iba a quedar afuera del programa por un tema de outfit! Ahí me ven en las fotos, una liliputiense adentro de ropa tamaño vikingo.

Así pasamos nuestro primer fin de semana, vida hogareña y en medias… cuando llegó el momento de volver a Oslo, lo hicimos en el increíble Tesla de Morten, y por primera vez anduve en un auto eléctrico.

Otro día vendrá la entrega de Oslo y los fiordos, pero lo que sí tenía en claro al momento de subir al Tesla era que en ese auto y después de tanto tiempo en medias, iba a llegar a la capital noruega en tacos.

Así que por último los dejo con dos imágenes de yapa de Oslo: donde ni bien llegamos, me volví a sentir en casa, cuando unos chicos que jugaban a la pelota en una plaza, se la patearon a Morten y Coco,  que  se prendieron al juego en cuestión de segundos. Una pelota no entiende de idiomas ni de culturas, es universal, y siempre pero siempre me va a hacer sentir en casa!

Gracias Morten y Line por abrirnos las puertas de su hogar y mostrarnos el lado real y no turístico de vivir en su increíble país! Quién dijo que los nórdicos son personas frías??? Frío será el clima; por el contrario, son de las personas más auténticas y cálidas que pude conocer.

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