Corea del Norte - Parte 1 - Llegada a Pyongyang

Corea del Norte - Parte 1 - Llegada a Pyongyang

En julio de 2016 fuimos con Coco a Corea del Norte.
Sé que este viaje, que fueron 5 noches y 6 días en este país, va a tener que ser contado en varias partes, porque a pesar de lo corto del tiempo, la cantidad de cosas que vivimos y nos marcaron definitivamente, merecen ser compartidas en detalle.
Primero de todo: por qué Corea del Norte? Teníamos pasajes para Japón y China, destinos de los que hablaremos en otro momento, y se nos ocurrió simplemente mirar en el mapa qué destino teníamos cerca que nos resultara aún más extremo: por lejos Corea del Norte salió ganador! Y no nos defraudó! Resultó ser una experiencia única y movilizadora.
Antes de viajar, vimos el documental “The Propaganda Game” dirigido por Álvaro Longoria. Lo súper recomiendo para tener una dimensión del país más enigmático y hermético del mundo. En su momento lo vi por Netflix, pero no me pregunten por qué, ya no se encuentra ahí.
El arribo a Corea del Norte fue vía China. Ahí te entregan la visa (salí divina en la foto verán, las fotos carnet no son lo mío), y los vouchers ya que obligatoriamiente todo se hace a través de agencias y de manera híper pautada. Cualquier ciudadano puede ir con excepción de los de Corea del Sur … y tampoco pueden acceder periodistas, así que si lo son, abstenerse o conseguir permismos especiales muy difíciles de tramitar.


Como estábamos tan entusiasmados recorriendo Beijing, cuando nos llamaron de la agencia para coordinar la entrega de la visa y los vouchers, les sugerimos que nos lo dejaran en el hotel, a lo que nos contestaron que “de ninguna manera, teníamos que encontrarnos personalmente”. Luego entendimos el por qué: en esa reunión, lo más importante es la cantidad de indicaciones que te dan: cómo venerar las estatuas de los líderes, recordarnos la prohibición de circular solos en ningún momento y miles de etcéteras.
La visa no te la estampan en el pasaporte ni queda constancia alguna de que hayas visitado el país; de hecho ellos la retienen al momento del ingreso y jamás te la devuelven, esto que ven son fotos que guardé de recuerdo y que ahora puedo compartir con ustedes.
Llegada a Pyongyang: Luego de un vuelo corto vía Beijing arribamos a la capital de Corea del Norte. Primera e importantísima aclaración: no hay que decir estando allá Corea del Norte, ellos se hacen llamar simplemente Corea o bien República Democrática Popular de Corea, tal como ven en la visa. Llamarlos Corea del Norte les resulta insultante, porque niegan la separación con Corea del Sur. 

Uno ya sabe , porque es parte de las alertas que recibe en China, que al arribar al aeropuerto, debe entregar toda su documentación que recién le será devuelta al momento de irse. Así que… uno recorre Corea como un indocumentado.
Otro dato importante es que van a revisar todo el equipaje y en ese momento los militares, que son quienes lo reciben, separan especialmente celulares, laptops y libros…. Esto para buscar si contienen cuestiones que están terminantemente prohibidas en Corea del Norte: pornografía, proselitismo religioso ( por ejemplo, dejar una biblia en la habitación del hotel se considera que es para tentar a quien la lee a volverse religioso, y en este país la única religión, es venerar a El Líder ).

Por todo esto, hay que ser muy cuidadoso con lo que se intenta ingresar al país. Imagino que si algo no está permitido, se lo incautan o bien lo deportan a uno directamente, pero como no estoy segura de las consecuencias … mejor no tentar a la suerte.
Listo! El personal militar que nos revisó todo, nos dio la bienvenida a su país!
Primer suspiro de alivio…. Ahora el momento más importante, en el aeropuerto nos esperaban nuestros guías, Pá y Che con quienes pasamos nuestra estadía full time, duermen en el mismo hotel que uno, comen con uno, están 24 hs. con uno… tuvimos mucha suerte, encontramos en ellos personas cálidas que, al tener contacto con gente de todo el mundo por su trabajo, saben que existe otra vida, con más libertad, y a quienes aunque nunca lleguen a leer esto, les deseo que algún día puedan gozar de la libertad que anhelan.
Los guías que acompañan a cualquier turista que ingrese al país tienen que hablar la lengua nativa de la persona a la que reciben; en parte para ostentar y querer mostrar el nivel de educación que reciben pero, en mayor medida, para ser una especia de “espías” de lo que uno habla. En esto no hay maldad, es su obligación, y hay que entenderlo así.
Luego de las presentaciones de rigor….. a comenzar a recorrer Pyongyang!!!! Acá adelanto algunas fotos y queda tanto por contar, que lo haré en una próxima entrega! 

 

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *