GORKI LENINSKIE: LA ULTIMA CASA DE #LENIN. TOCAR TEMAS SENSIBLES: POR QUÉ NO? EL TURISMO NOS DA LA OPORTUNIDAD DE TENER LA VIVENCIA DE MOMENTOS PASADOS  Y PODER REFLEXIONAR SOBRE LOS MISMOS.

GORKI LENINSKIE: LA ULTIMA CASA DE #LENIN. TOCAR TEMAS SENSIBLES: POR QUÉ NO? EL TURISMO NOS DA LA OPORTUNIDAD DE TENER LA VIVENCIA DE MOMENTOS PASADOS Y PODER REFLEXIONAR SOBRE LOS MISMOS.

Hoy les voy a mostrar sin dudas algo controversial, por todo lo que implicó su historia, que visité en mi viaje a Moscú.
Gorki Léninskie, la hacienda a las afueras de Moscú donde Lenin falleció en enero de 1924, había sido propiedad de Zinaida Morózova, viuda del empresario y mecenas de la cultura Sava Morózov. Con ayuda del gran arquitecto modernista ruso Fiódor Shéjtel, Zinaida reformó la mansión y la dotó de sofisticadas comodidades para la época: proyector de cine, calderas eléctricas, calefacción incorporada al piso y teléfono (algo más que inusual).


Dicen los que saben que fue precisamente el teléfono decisivo para que Lenin, aún no recuperado del atentado que sufrió en 1918, decidiera trasladarse a esta hacienda que, tras ser expropiada, se convirtió en residencia de descanso de dirigentes comunistas. Acá Lenin vivía con su esposa Nadezhda Krúpskaya y otros familiares. Muertos todos ellos, la hacienda (rodeada de un amplio parque que pueden ver en las fotos) se transformó ahora en museo.


Por lo que tuve oportunidad de que me contaran mis amigos rusos, Alexander y Lisa que son quienes nos llevaron a conocer este lugar con tanta historia, en la época soviética, las excursiones se centraban en la figura de Lenin, mientras que las obras de arte de la mansión permanecían ocultas y sus muebles tapados.
Hoy, para quienes gustamos del denominado turismo rojo por todo lo que ello implica en la historia mundial, las guías ponen el énfasis en la cama donde el líder bolchevique sufrió la primera embolia, la habitación donde murió o sus sillones favoritos; para el público en general, inciden más en las galerías acristaladas, el mobiliario, los cuadros, las lámparas y los detalles ambientales de una mansión señorial de principio de siglo XX. Parte se los muestro en las fotografías, y como soy una ferviente creyente que no todo debe ser fotografiado, lo guardo para mí y espero que si van a Rusia no dejen de visitar este lugar algo apartado pero que vale la pena.
Los relatos de las guías pueden llegar muchas veces a detalles macabros, como la primera autopsia, realizada en el baño de señoras de la mansión.
Al conjunto de época, se sumó en 1987 el último museo de Lenin inaugurado por la URSS.Contaba con los últimos adelantos del momento, como el primer mando a distancia (enorme artilugio) fabricado en la Unión Soviética, que hace funcionar los efectos de luces y sonidos destinados a involucrar al visitante en la vida del líder comunista.


Al derrumbarse la URSS, actualmente hay hasta tiendas que venden de todo. Yo compré algunas cosas… pero aconsejo ir con alguien que pueda traducir las inscripciones en ruso; al menos yo por más vistoso que me pareciera, no quería en mi casa nada que contradiga mis principios.
A mediados de los noventa, el presidente de Rusia, Borís Yeltsin, desmanteló el despacho y apartamento de Lenin en el Kremlin. Miles de libros, junto con muebles, ropa, calzado, vajilla y enseres personales fueron enviados precisamente a este lugar, así que lleva un buen tiempo recorrerlo todo.

Incluso está mantenido el automóvil de aquella época que trasladaba a Lenin. Independientemente de cualquier creencia, es un lugar que debe ser visitado, con una historia que abruma … casi casi uno puede sentir la presencia de en el lugar.

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