Con esto les anuncio mi próximo destino en estos días: nada menos que el Norte Argentino, que ya vamos a estar visitando.
Mientras tanto les comparto una experiencia muy especial en esta festividad unos años atrás, con el genio de Agustín “Quitu” Leguizamón que conoce el norte como nadie!
El epicentro del festejo es en San Antonio de los Cobres y Tolar Grande, Salta, si querés vivir la experiencia más auténtica que puedas imaginar.
En este caso, habiendo pasado ya por San Antonio de los Cobres, fuimos a dormir a Tolar Grande para arrancar el festejo desde muy temprano con los camioneros de la zona y su familia, que se dan reunión en este lugar de nuestro país, y amablemente nos invitaron a pasarlo con ellos y de quienes aprendimos mucho.
El Día de la Pachamama es una tradición ancestral que se celebra en todo el Noroeste del país cada 1 de agosto, aunque en realidad las celebraciones y homenajes a la “Madre Tierra” se extienden durante todo el mes, especialmente en la Puna salteña y en Tucumán, Jujuy y Catamarca.
La Pachamama, o Madre Tierra, es venerada por ser generadora de la vida, símbolo de fecundidad por su capacidad para producir, bendecir y engendrar plantas, animales, alimentos y otros medios de subsistencia del ser humano.
La ofrenda es una manera simbólica en la cual el hombre devuelve a la Pachamama lo que toma de ella, con el fin de restablecer la reciprocidad entre el ser humano y la naturaleza.
Además de devolverle algo de lo que nos da y agradecerle a la Madre Tierra se le pide por nuestros deseos más profundos acerca de la vida, lo que queremos lograr y lo que queremos para nuestros seres queridos.
Las ceremonias son básicamente de dos tipos, en los hogares, con ofrendas particulares y familiares, y en comunidad, donde la ceremonia es liderada por sacerdotes andinos o las personas ancianas de la comunidad: esta segunda ceremonia es a la que nos invitaron.
La tradición dice que debe usarse la hierba muña muña, aunque también se utiliza incienso, mirra y sándalo. Y se debe sahumar tanto el hogar como los negocios, el espacio de trabajo e incluso a las personas más cercanas en los afectos, para sacar las malas energías y comenzar un nuevo ciclo.
Luego llega la “corpachada”, en la que se depositan ofrendas en un hoyo cavado en la tierra, como manera de darle de comer y beber a la Madre Tierra. Se celebra en agosto porque es el tiempo previo a roturar la tierra, para luego poder sembrarla.
En la “corpachada” se colocan en ese hoyo en la tierra miles de cosas: hojas de coca mascadas, o solo la coca, la llicta (masa hecha con papas hervidas, de color gris oscuro por las cenizas de algunas plantas), tabaco (por eso algo vas a fumar porque al menos tenés que encender el cigarrillo) y bebidas alcohólicas (así que sabé que desde las 7 am vas a tomar lo que te den para ingerir, algo queda en tu estómago y buena parte la escupís en la tierra a modo de ofrenda); guiso preparado con corderito o llama, locro, humita y papines. Así a la tierra se le da de comer, de beber y de fumar (y algo de esto también vas a hacer vos).
Además, se coloca tanto en la tierra como en nuestros tobillos o muñecas, un amuleto que consta de dos hebras de hilo de color blanco y negro.
Toda una experiencia argentina que vale la pena vivir!!!! Gracias a quienes nos permitieron pasar esta celebración con ellos de manera tan genuina!!!
