COREA DEL NORTE PARTE 3 DE…. PRIMER DIA DE RECORRER PYONGYANG

COREA DEL NORTE PARTE 3 DE…. PRIMER DIA DE RECORRER PYONGYANG

Como les comenté en 2016 fuimos con Coco a Corea del Norte. En notas anteriores les conté cómo se llega, cómo te reciben en el aeropuerto, instrucciones para recorrerla, vivimos la pileta pública (un día único) y recorrimos su mítico subterráneo.
Pero hoy vamos a ver en qué consiste recorrer esta hermética ciudad: ante todo, saber que todo gira en torno a la figura de los Líderes, actualmente quien gobierna obedece a la tercera generación.


Por ende, vamos a recorrer todos sus monumentos, tantos los que retratan sus figuras (tip fundamental: se pueden tomar fotos, pero jamás cortando algo de la figura de los líderes, ténganlo presente porque desconozco las consecuencias de violar esta norma; pero dudo que sean buenas).


En el relato que hacen los guías que estarán 24×7 con uno hasta que abandonemos el país, los Líderes marcan la brújula de todo: es decir aún aquello que no los retrata a ellos, fue creado por ellos, ideado por ellos, y estoy hablando hasta de monumentos, edificios imponentes, como casi la salida y la puesta del sol… hasta ese nivel deben llegar en sus discursos.
En los días en que estuvimos ahí, Corea del Norte lanzó un misil sobre Japón, más específicamente el primero que sobrevoló tierra japonesa después de ocho años, algo de lo que nos enteramos recién al volver a China, y prender nuestros celulares (ya que sabemos que en Corea no estaremos conectados de forma alguna), y vimos los miles de mensajes preguntando por nosotros. Estas noticias no se saben estando allá.
Eso sí, la opción que tenés para comunicarte, siendo turista, con otro país es comprar una postal, sellos y enviarla (previa revisión de lo escrito, así que hay que ser cuidadoso). Mandamos muchas postales, hasta a nosotros mismos, y llegaron… 5 meses después, pero llegaron y es un recordatorio impresionante de lo vivido.


Los extranjeros no podemos utilizar la moneda local, sólo usd o euros; de hecho, no pudimos ver ni un billete de ellos, desconozco siquiera si realmente existe moneda local. La nombran, pero hasta ahora no escuché de nadie que haya logrado verla, y menos que menos hacerse de un billete.


Vamos un poco a la arquitectura que está plagada de edificios imponentes que muchas veces pueden ser chocantes para lo que estamos acostumbrados por el nivel de armamento que se ve en los mismos: paradas de colectivos con tanques militares, el teatro mismo de la Capital Norcoreana, tiene como imagen una principal la de una mujer armada.

El arco que les muestro es el Arco del Triunfo Norcoreano, como ellos lo describen, mejor aun que el de París…. Y desde ya, diseñado por el Líder.


El imponente monumento es el Monumento de la Reunificación.


También les muestro el hotel: lo cierto es que ellos dicen tener varios hoteles, pero en el que nosotros nos quedamos, de una altura tan imponente que les dejo la vista desde el piso más alto al que pudimos acceder (que de hecho, está lejos de ser el piso más alto del hotel), estaba ocupado sólo en dos pisos con mucha suerte, y pudimos también visitar otro hotel, para tomar una cerveza (algo de lo que se jactan, y tengo que decir que es muy buena realmente), lo demás, como mucho…. El mito dice que es sólo para impresionar al, pero que por dentro están vaciós. Es probable pero dudo que algún día lo sepa.
No podés salir del hotel, y lo sabés pero les cuento qué pasa si se intenta: primero de todo, estás en una isla, ahí ya te dificultan la salida…. Pero en nuestra primera noche, luego de cenar, bajamos de nuestra habitación para recorrer el hotel (tiene billar, pileta, peluquería, bar, etc) ni bien se abre el ascensor en planta baja, nuestro guía, asustado porque saliéramos nos frena, le dijimos que se quedara tranquilo, que estábamos desvelados y sabíamos que no podíamos salir y no íbamos a intentar siquiera violar ninguna norma. Su respuesta ya nos marcó el camino de lo que fueron el resto de los días “No creo que a ustedes les pase nada, pero yo no lo pasaría bien”. Sabiendo eso, jamás pienses en violar una norma, seguramente vos no lo pases bien, pero peor la pasará quien queda viviendo ahí.


Sé que a muchos les resultó extraño que haya ido ahí, hasta nuestros conocidos no paraban de decirnos “no hay necesidad”, “están locos”, “para qué exponerse” ya que, por desconocimiento, muchos ni siquiera saben que es posible. ¡No me arrepiento ni un segundo de haber ido!

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